¿Somos racistas?
4 Noviembre 2008Esta mañana mientras almorzaba en la cocina de mi casa, he puesto la televisión para amenizar mi peculiar banquete. Por casualidad, he detenido el dedo en Canal 9, sin saber, que estaban realizando un debate sobre el racismo en la Comunidad Valenciana. La mesa de debate estaba compuesta por diferentes representantes de colectivos de inmigrantes y/o colectivos vulnerables al racismo y/o xenofobia. Esos colectivos eran: ecuatorianos, rumanos, gitanos y musulmanes. Todos estos colectivos porliferan, hoy en día, por nuestras calles e intentan convivir con nosotros, en nuestra sociedad, que en ocasiones, los trata de manera denigrante.
El debate que llevaban, se centraba sobre todo en una pregunta ‘¿son racistas los valencianos?’. La mayoría de los representantes decían que no era un tema de racismo, porque en ocasiones se trataba no sólo o no por una discriminación por razón del color de la piel, sino que la discriminación se agudizaba entorno al nivel socioeconómico del inmigrante. Muchos relataban, cómo se muestran estereotipos diferentes según el nivel económico. La gente en general, tiende a relacionar bueno con dinero y malo con miseria. Un inmigrante ecuatoriano no es tratado de igual manera, si tiene dinero y estudios que si no los tiene. La posición social tiene su efecto.
Pero, sin duda, lo que más me ha llamado la atención, ha sido cuando han intervenido en directo algunas personas por teléfono en el programa. Algunas de ellas se mostraban claramente racistas, esgrimiendo razones dificilmente comprensibles para mí. Que seas racista porque a tu hijo no le den una beca y al vecino rumano sí, es patético, la verdad. Que digas que a los hijos de tales inmigrantes son tratados mejor que a los tuyos, también lo es (aunque sea una distorsión de la realidad, porque lo que ocurrirá es que habrán apoyado más a los hijos de los inmigrantes, para integrarles más rápidamente y por eso se habrá tendido a apoyarles un poco más, pero esto ¿es lógico, no? o ¿deberían apoyarles menos y tenderles menos manos, para hacerles tropezar y así que regresasen a su país cuanto antes?. Simplemente, lamentable.
Aún resuenan en mi cabeza, las palabras de la mujer que ha llamado al programa. ¿Cómo se pueden decir tales barbaridades, en tan poco espacio de tiempo?. Hoy más que nunca que se tiende hacia una educación intercultural. Cuando se sabe que la integración, es la base de la convivencia. Cuando sabemos, que ser más y ser diferentes, es sinónimo de riqueza de un país. Ejemplos nos sobran: EEUU, país fundado por inmigrantes, y destino de miles de ellos, a lo largo de los años. Reino Unido, país que acoge a pakistaníes, indios, españoles, italianos, cameruneses, un crisol de culturas moderno. Y así, podríamos seguir: Australia, Canadá, Francia, etc. Justamente, países punteros y primeras potencias mundiales, ¿qué casualidad, no?. No lo creo.
En definitiva, en la Comunidad Valenciana somos racistas, de una manera o de otra. De forma encubierta o abierta. Lo somos. No estamos preparados, para el aluvión de inmigrantes que vienen y que vendrán a lo largo de los próximos años. Pero, ante esto, no queda más que ponerse las pilas, ser más tolerante, ser más solidarios, y tender más manos, a aquél que dejó un día su patria, para encaminar su vida hacia la felicidad, en un país nuevo, del que no conoce el idioma, las costumbres, la forma de vida… sólo conoce que el estado del bienestar está instalado, y eso lo sabe y quiere ser partícipe de él. No se lo neguemos, porque ¿y si hubieramos nacido nosotros en su país, y él en el nuestro?… ¿seríamos igualmente racistas?.