La mirada de Sami Naïr.

30 Octubre 2008

Sami Naïr es un experto en flujos migratorios. Este politólo, sociólogo y catedrático argelino ha sido el creador del concepto de codesarrollo. Además, a lo largo de su trayectoria profesional, ha sido impulsor y defensor de políticas en defensa de los derechos y obligaciones de los inmigrantes. Sami Naïr ha escrito numerosos libros entorno a estos dos conceptos: codesarrollo y flujos migratorios, que han hecho que muchos vean de forma más positiva la llegada de inmigrantes.

Este argelino de nacimiento, y francés de adopción, ha criticado con dureza las políticas en temas migratorios que han llevado a cabo los gobiernos europeos. Defiende que el derecho a una política migratoria, por parte de los países de la Unión Europea es evidente, pero esto no tiene que menoscabar tampoco el derecho de los inmigrantes a buscar una vida mejor en los países europeos. Las políticas migratorias europeas se han basado en el uso económico de la mano de obra de los inmigrantes, se ha mercadeado con ellos, sin importar la dignidad del inmigrante. Este uso economicista choca de frente, con el origen de la inmigración. Las personas que se sienten obligadas a buscar una vida mejor en otros países, se sienten desesperadas porque en sus países de origen no obtienen los recursos ni el bienestar del que gozamos en los países más avanzados. Es por esto, que debemos ser más flexibles y mirar el lado más positivo al flujo migratorio.

Aparte de que los inmigrantes generan riqueza, sostienen cada vez más el sistema de pensiones, porque aunque no queramos verlo, somos una población con un alto porcentaje de gente mayor, y los inmigrantes pueden cambiar este rumbo. No sólo son mano de obra, en ocasiones y de modo grotesco barata e ilegal, son sobre todo personas. Personas que quieren trabajar y valerse por sí mismas. Personas que un día dejaron atrás a amigos y familiares, en busca de un destino mejor, para ellos y para sus futuros hijos. Además, hay que pensar que los inmigrantes enriquecen de manera notable una sociedad. Hace que seamos más tolerantes, más abiertos, porque la mezcla de culturas, hoy más que nunca es fuente de riqueza, y no de amenaza y miedo.

Las fronteras que la Unión Europea cierra a su antojo, no ha sido, no es y no será impedimento alguno para los inmigrantes. La Unión Europea, según Sami Naïr, debe tomar conciencia de los hechos que acontecen en sus más inmediatos límites geográficos. El Mediterráneo es un punto de ruptura entre dos mundos muy distintos, son la zona de fractura entre el mundo desarrollado y el Magreb. Hasta que no se tome en serio este tema, seguiremos viendo cómo los inmigrantes mueren en cayucos, ante la parsimonia de la política migratoria europea.

Sami Naïr aboga para que los gobiernos europeos, entablecen conversaciones con los países próximos, de los cuales está recibiendo inmigración, ilegal o legal. Este tema debe ser fruto del consenso entre los países que acogen y los países que envían. El codesarrollo es la pieza fundamental para el entendimiento.

Otra cuestión, que Sami Naïr incide de manera crítica es la construcción de recintos de internamiento en Argelia, Marruecos y sur de Libia. Los países europeos niegan dichos recintos, pero conocen de su existencia, y alientan su puesta en marcha y su funcionamiento, para frenar la avalancha de inmigrantes. De esta forma, no se frena la inmigración. Porque además de que se violan los derechos humanos, hace que los países subdesarrollados no puedan solucionar el problema. Porque aunque muchos no lo vean, es un problema de dos. Pero, sobre todo y especialmente, de los países del Norte, porque ellos son los que deben defender los derechos inalienables de las personas, estén donde estén, y sean sin papeles o con papeles. No pueden seguir mirando a un lado, sabiendo que estos centros existen y permanecen.